La Sala VI de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, confirma el procesamiento de un médico acusado de negligencia en un caso donde un paciente falleció tras una liposucción en la que el médico presuntamente perforó el intestino. Durante los días posteriores al procedimiento, el paciente manifestó síntomas de complicaciones, los cuales, según la acusación, el médico no atendió adecuadamente. La autopsia y la historia clínica presentaron evidencia de una conducta negligente por parte del profesional, indicando que una atención adecuada de los síntomas podría haber evitado el desenlace fatal.